Cuenta la historia que un trío Sueco de jazz tocaba una noche en Bs. As., al final del concierto se les acerca un muchacho regordete y les dice que le ha gustado mucho lo que hacen, se ponen a hablar y al cabo de un rato se presenta como músico y les dice que toca la guitarra. Les cuenta que esa misma noche toca con su grupo en un pub ahí en capital, que no es gran cosa pero que si quieren pueden ir a verlo. Los muchachos llegan al lugar, ven el show y se les cae el bonete, quedan duros, emocionados, confundidos, etc... no pueden creer que esa persona que acaba de bajar del escenario se presentó con tanta humildad como un simple guitarrista. Desde ese momento no se olvidan mas del nombre
Luis Salinas, al cabo de un tiempo lo invitan a Estocolmo para grabar junto a ellos
Aire de Tango. Comentario: si la historia les gustó imaginen el disco.
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